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Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal cumplió nuestras expectativas de principio a fin. Hay que destacar la actuación de Shia La Beouf, este joven actor no nos decepciono y confirma que tiene todo para transformarse en una estrella (es lo mejor que ha generado Disney en los últimos años, con mi hija lo vengo siguiendo desde Mano a Mano). En la escena final incluso quedo picando la idea que podría ser el protagonista de la quinta y última entrega de Indiana Jones. Fue un gusto verlo aparecer encarnando a un rocker o greaser perfectamente vestido como Marlon Brando en The Wild One (El Salvaje). Fijáte en el detalle del nombre (Mutt) bordado con letra manuscrita en la campera de cuero Perfecto igual que Johnny en El Salvaje. Más abajo pueden ver el trailer de la película de 1953 que ayudo a consagrarlo junto con The Men y Un Tranvía Llamado Deseo. Brando aplicó perfectamente en su carrera las técnicas de Stanislavsky aprendidas en el Actor´s Studio. Antes del ruso las actuaciones teatrales eran pomposas y estereotipadas. El Método de Stanislavsky es por el contrario casi íntimo, complicidad con el espectador y construcción del carácter del personaje en base a las propias experiencias y emociones. Cuando vemos un actor hoy en día esperamos entre otras cosas afinidad con el gracias a toda esa carga emocional que el actor despliega para convencernos. A Brando lo prefiero en Un Tranvía Llamado Deseo, quizás porque es una obra teatral monumental de Tennessee Williams y aquí por fin llegamos a algo que conecta con lo nuestro: el beber. El escritor de Columbus era un gran bebedor (hasta el alcoholismo). Perteneció a una generación que no despreciaba la Musa etílica, al contrario en el exceso creo sus mejores obras y tuvo las visiones más desgarradoras y lucidas sobre el ser humano. Sus personajes son individuos heroicos y trágicos, verdaderos arquetipos que se enfrentan con la sociedad en batallas imposibles, tal vez como le ocurría a el en su vida real. El maridaje perfecto para disfrutar de sus obras es sin dudas un Rye whiskey (51% centeno el resto puede incluir maíz y/o cebada) o un Bourbon whiskey (70% maíz y el resto puede ser centeno, cebada o trigo en distintas proporciones). El primero es seco algo amargo y especiado; el segundo es dulce y con mucho más cuerpo. Ya sabes las diferencias básicas ahora ¡a beber (güisqui) se ha dicho!

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