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Nuevamente Vitis Vinos y Whiskys organizó una degustación de vinos y quesos esta vez fue en la Bodega Merced del Estero y sus vinos Mil Vientos junto con los quesos de Ilolay.


El sommellier German Recchimuzzi de Ilolay presentó tres de sus quesos: el blando “San Jorge”, el semiduro “Gruyerito” y el duro “Trebolgiano”. Nótese que los hemos clasificado según su textura por elegir una forma de hacerlo porque podemos clasificarlos de varias maneras: según el proceso de elaboración, según el tipo de leche, según su textura, según el contenido de materia grasa, según el formato y tamaño, según el color, según el sabor y el olor y según el tipo de corteza. Conocer cada una de ellas nos permitirá elegir mejor un queso para determinado objetivo gastronómico y en definitiva disfrutar más de sus características.

Izquierda German Recchimuzzi, derecha Marcelo Onofri

El ejercicio del maridaje resulta siempre aleccionador y no siempre la costumbre resulta ser lo más adecuado para potenciar los sabores de cada una de las partes y por esta vía obtener más placer y esta lección número uno apareció con la primera pareja: “San Jorge” un queso de pasta blanda y suave sabor junto con un vino blanco. A priori lo más aconsejado pero cuando el blanco es Torrontes como lo fue en este caso ocurre lo inevitable: el queso suave acentúa las características más salvajes de la variedad Torrontes. Si la enología argentina esta haciendo todo lo posible para reducir los efectos organolépticos de los terpenos de esta variedad que son agresivos al límite de la repugnancia ¿para qué potenciarlos? Aquí vale el ejercicio de hacer todo lo contrario: después de unirlo con un queso suave pruebe con uno más fuerte hasta hallar aquel queso que dome a su Torrontes preferido que es justamente el caso de Mil Vientos Torrontes 2009 un vino que nace en un parral de la variedad Torrontes Riojano de 43 años de edad. Floral (blancas), frutado (durazno y rosa mosqueta), fresco (acido) joven (consumir dentro del año calendario no más), entrada dulce y final levemente amargo. Un excelente vino y según hemos podido averiguar la cosecha 2010 fue excelente.


Luego le toco el turno al consistente, sabor dulzón y aroma picante “Gruyerito” quién tuvo mejor suerte al enfrentarse con uno de los mejores Cabernet Sauvignon de San Juan: Mil Vientos Cabernet Sauvignon 2008. El vino más redondeado, menos agresivo dialogaba muy bien con este queso. Ahora bien ¿no será mejor para el sabroso queso tipo Gruyere más potencia y no un vino ligero? pruebe con 2 o 3 vinos distintos y después saque sus propias conclusiones.

Marcelo Onofri

Finalmente se maridó  el grana “Trebolggiano”, queso tipo Parmigiano Reggiano o como se lo conoce en Argentina: Reggianito. Pasta dura, picante pero equilibrado, granuloso. Excelente queso. En este momento apareció la primicia de la noche el primer vino de guarda de Merced del Estero: Mil Vientos Criado en barrica Malbec 2008. Un Malbec de maceración prolongada y criado en roble americano y francés durante 12 meses y último paso por botella de 10 meses. De excelente color, predomina un aroma intenso de frutos rojos y de carozo en compota principalmente guinda, amalgamado con los aromas de vainilla, chocolate y café aportados por la madera; en boca se repiten estas sensaciones y se percibe amable en su entrada con taninos redondos, calido y especiado, equilibrado, amplio y gustoso. La unión no fue tan buena porque es un vino que “tiene toda una vida por delante” un vino con demasiada estructura, potencia y carga tánica se lleva mal con las acentuadas características del queso, ¿y si probamos con el primer vino, el Torrontes Riojano que nos quedó en la copa…..?


De todo lo anterior no se deduce una recomendación general (que será siempre provisoria porque los gustos también cambian) lo mejor es estudiar ensayo y error hasta dar con la mejor combinación en el camino seguro que nos vamos a divertir.

A beber se ha dicho!

2 comentarios:

Guglielmo dijo...

Quisiera compartir las notas de cata y el relativo maridaje del Malbec 2008 de Merced del Estero.

MIL VIENTOS MALBEC 14,2% 2008

ELABORADO Y ENVASADO EN ORIGEN POR BODEGA MERCED DEL ESTERO - AVENIDA MORÓN 432 SUR - LA BEBIDA - RIVADAVIA - SAN JUAN - ARGENTINA

VISUAL: rojo rubí con reflejos púrpuras.

NARIZ: arándanos de bosque, moras silvestres, ciruelas negras, tostado y chocolate.

BOCA: la nota mineral domina la entrada al paladar para después relajarse y dar espacio a una abundante salivación; las moras y los arándanos de la nariz se transforma en la boca en una sensación de mermelada; los segundos de persistencia son 5.

MARIDAJE: empanada criolla frita

OPINIÓN PERSONAL: los principios con los que se compone el maridaje son los siguientes: la sapidez del vino se coteja con la tendencia dulce del preparado alimenticio, la pastosidad del la masa de la empanada y de la yema del huevo se confrontan con la salivación del vino para finalmente contrabalancear la untosidad aportada por el aceite de fritura con la suculencia generada por la masticación.

Bajamos de las altas cumbres hasta el acogedor valle, cruzando las cuadrículas vegetales, de los más diversos colores, para aterrizar y permanecer con unas notas de cata inolvidables.

Guglielmo Rocchiccioli dijo...

Quisiera compartir las notas de cata del Malbec 2008 de Merced del Estero.

MIL VIENTOS MALBEC 14,2% 2008

ELABORADO Y ENVASADO EN ORIGEN POR BODEGA MERCED DEL ESTERO - AVENIDA MORÓN 432 SUR - LA BEBIDA - RIVADAVIA - SAN JUAN - ARGENTINA

VISUAL: rojo rubí con reflejos púrpuras.

NARIZ: arándanos de bosque, moras silvestres, ciruelas negras, tostado y chocolate.

BOCA: la nota mineral domina la entrada al paladar para después relajarse y dar espacio a una abundante salivación; las moras y los arándanos de la nariz se transforma en la boca en una sensación de mermelada; los segundos de persistencia son 5.

MARIDAJE: empanada criolla frita

OPINIÓN PERSONAL: los principios con los que se compone el maridaje son los siguientes: la sapidez del vino se coteja con la tendencia dulce del preparado alimenticio, la pastosidad del la masa de la empanada y de la yema del huevo se confrontan con la salivación del vino para finalmente contrabalancear la untosidad aportada por el aceite de fritura con la suculencia generada por la masticación.

Bajamos de las altas cumbres hasta el acogedor valle, cruzando las cuadrículas vegetales, de los más diversos colores, para aterrizar y permanecer con unas notas de cata inolvidables.

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