Desde Concepción Maximiliano Morales de AndesWines da cuenta del panorama de la vitivinicultura chilena; en Argentina se ha interpretado de diversa manera los efectos del devastador terremoto en la vitivinicultura local; por último analizamos el fracaso de ONEMI y Shoa durante la tragedia.
Boston.com Foto REUTERS Luis Saavedra
La industria vitivinícola chilena luego del terremoto
“El daño a la infraestructura de la industria del vino chileno es variable según el valle y zona, teniendo una cifra oficial de pérdidas aproximadas por 250 millones de dólares, 125 millones de litros y 12.5% de la producción de vino.
Los valles vitivinícolas más afectados son Curico, Maule, Rapel (Colchagua) e Itata considerando que son las zonas más antiguas y tradicionales del país.
La principal preocupación de los enólogos actualmente es evaluar las pérdidas en tanques, barricas y construcciones para poder definir cuantos kilos de uvas podrán recibir. Muchas bodegas están complemente destruidas y no podrán recibir uva para ser vinificadas. Se decidió aplazar la vendimia de uvas blancas una semana más para poder prepararse para la caótica vendimia que se viene. En paralelo, las viñas están atendiendo las necesidades de sus trabajadores considerando que gran parte de ellos vive en casas de adobe con daños estructurales parciales o totales”. Así comienza el informe del Gerente de AndesWines Maximiliano Morales quien vivió en carne propia el terremoto en la ciudad chilena de Concepción, cercana al epicentro. Todo el informe y más novedades sobre el futuro de la vitivinicultura chilena en el siguiente link: AndesWines.
Boston.com Foto REUTERS Marco Fredes
El impacto en Argentina
Mucho se habló la última semana sobre los efectos del terremoto en la vitivinicultura argentina. Los analizamos y este es nuestra visión: Pese a que algunos proyectan un alza del precio internacional del vino por escasez, eso es poco probable. Existen muchos países dispuestos a cubrir el espacio que Chile dejará momentáneamente en el mercado y entre ellos no estará Argentina debido a los bajos stocks y por las características de esta y anterior cosecha. Argentina solo puede tener en mente un solo objetivo: asegurar los clientes que ya tiene. Tampoco el sismo afectará el precio interno en Argentina. El ingreso de vino chileno o no, no afecta en ningún caso los precios internos como lo hemos señalado en otras oportunidades. Eso si, las bodegas que contaban con el vino tinto chileno de baja gama tendrán algunas dificultades en resolver la falta de color, pero seguro lo harán. Por último los exportadores argentinos deben estar atentos al atochamiento de tráfico portuario en San Antonio y Valparaíso.
Boston.com Foto AFP Claudio Santana
Un perfecto desastre
Después de años de reuniones, preparativos, planes, ensayos llegó el día más temido para la ONEMI (Oficina Nacional de Emergencias Ministerio del Interior) y el Shoa (Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada), el día en donde serían puestos a prueba, el examen final, el bautismo de fuego, de pasar de la teoría a la práctica. Ese fatídico día el Shoa parafraseando su propio nombre, desencadeno una perfecta cadena de errores que indujo a la presidente Michelle Bachelet a tomar decisiones erróneas y perder valiosas horas.
Boston.com Foto AP Roberto Candia
¿Pero por qué fallaron los organismos de prevención en Chile durante el terremoto y posterior tsunami?, la cadena de acontecimientos ya salió a la luz pero falta saber la causa básica. Irónicamente la respuesta la dieron los mismos protagonistas el año 2006 durante la emisión del programa “Earthquake: ultimate disaster” de National Geographic Channel. La Directora de ONEMI Carmen Fernández calificó al documental “como una falacia científica que no considera elementos fundamentales, como la calidad de la construcción sísmica en Chile ni los planes de emergencia desarrollados para tal efecto”. El Shoa en su pagina web declaró que “Ante la información difundida públicamente y las imágenes proyectadas …………. referidas a la eventual ocurrencia de un terremoto tsunamigénico extremo en la zona central de Chile y sus efectos en las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada informa que esta simulación corresponde solo a una situación hipotética, que no tiene precedente en la historia sísmica de la zona central de Chile, razón por la cual no existen argumentos científicos sólidos respecto a la probabilidad real de la ocurrencia de un maremoto asociado a un sismo de esta magnitud en la zona. Los sistemas de detección del Sistema Nacional de Alarma de Maremotos (SNAM) operados por este Servicio, se mantienen alertas durante las 24 horas del día y cualquier evidencia de alteración en el nivel de mar, producto de sismos con la magnitud suficiente para generar un tsunami, son informadas inmediatamente a las autoridades competentes”.
Boston.com Foto AP Natacha Pisarenko
Como podemos ver simplemente en la mente de los técnicos y profesionales responsables de estos organismos esta hipótesis no es posible. Es decir que si estaban preparados, pero para negar psicológicamente la realidad: “esto no le puede estar pasando a Chile”. La dura lección debiera servir para que la próxima vez si lo estén. Iquique sigue esperando el Big One y Valparaíso y Santiago son zonas de alto riesgo.
A beber se ha dicho!
