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Mientras en Londres Tim Atkin en su columna del Observer exhorta a los consumidores a adquirir comportamientos que reduzcan la huella de carbono y critica a la Argentina entre otros países, por el uso de botellas pesadas (no comentará más vinos en este packaging). Aquí en San Juan, VINANDINO 2009 fue lanzado bajo el signo de la amenaza del calentamiento global.



INV investiga
La semana pasada en una conferencia denominada: “Cambio Climático y la Vitivinicultura: Impactos Potenciales en la Producción de Uvas y Vinos en Argentina” a cargo de la Ing. Agr. Ana Carla Aruani, del Grupo Degustación y Estudios Enológicos de la Subgerencia de Investigación para la Fiscalización del INV, varias cosas quedaron claras: El calentamiento global es real y ya se puede medir su impacto en Argentina. Recién se esta tomando conocimiento del hecho y sus posibles consecuencias. Hay que investigar más y en concreto. 

Ana Carla Aruani


Chilean connection
En la apertura de VINANDINO 2009 el consultor Alejandro Sanchez Matteucci de Green Solutions dio una charla titulada: “Todo Acerca de la Huella de Carbono: Aplicación Práctica en la Industria Vitivinícola”. Se corrobora que hay un retrazo considerable en relación a nuestros competidores frente a las nuevas exigencias del comercio mundial. No es tan complicado implementar su medición, reducir el índice y conseguir un “carbon neutro” que digamos claramente: es como la caridad, no resuelve el problema pero por lo menos lo mitiga.

Alejandro Sanchez Matteucci


Visión errónea sobre el índice Huella de Carbono
Hay que insistir sobre la naturaleza de la medida: Lo de las barreras arancelarias o para arancelarias queda bien para nuestra hermosa relación con Brasil. En el caso de la Huella de Carbono no es una barrera arancelaria porque no es un impuesto o gravamen y tampoco es no (para) arancelaria porque no se somete a los productos importados a otras salvaguardias de naturaleza económica. Ambas barreras buscan reducir los efectos negativos sobre la economía interna de un país. En cambio la nueva medida se aplica también a productos locales y protege un bien que supera y excede lo local y lo económico y no necesariamente el que esta más lejos pierde: ¡un vino californiano contamina más que un vino chileno puesto en New York!

Creer o reventar
El índice carbon footprint se origina en el hecho que la humanidad esta al borde de provocar un cambio dramático en el equilibrio planetario y hay que hacer algo ya. Si los bodegueros “creen o no” no importa, por lo menos pueden creer en esto: sus Competitivos competidores (sic) ya están listos para afrontar las nuevas exigencias, es decir para transformar la Amenaza en Oportunidad. Que no se transforme en Argentina esta Amenaza en Debilidad.

Novedades VINANDINO 09: bailando con la más fea
Dentro del desarrollo del certamen San Juan ha logrado un espacio acorde con su capacidad organizativa y técnica. Este año los jueces evaluaran vinos básicos, al parecer la nueva categoría de todo concurso argentino. Como si una medalla de oro para el eufemístico vino de todos los días fuera a revertir las tendencias del consumo interno. Esperamos los resultados con gran expectativa porque es el único concurso de vinos de prestigio al que las bodegas de San Juan mandan sus mejores vinos, este año fueron 67 muestras: es la foto bianual de familia.


A beber se ha dicho!

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